Saga Bacardí
07603
CARTA HACIA ERASMO DE JANER Y DE GÓNIMA, POR SU HERMANA JOSEFA DE JANER Y DE GÓNIMA.


París 24 Mayo de 1840.
Amado hermano: Aun que una grandísima distancia nos separa con todo yo no me olvido nunca de ti, y me acuardo que a mas de las qualidades de hermano tengo y he tenido en ti un padrel, un amigo y un consolador en mis muchas afliciones, por lo tanto, nunca olvidaré que el dis del que viene son tus días y mi aniversario, tanto tan feliz como yo te deseo que no dudo lo será mucho, en compañía de tus amables hijos a quienes darás un cariñoso abrazo de mi parte, dando también los días a Erasmito.
Amigo, tu que antes de saber de esa me decias vendrías a ver a tus hermanas ahora se te presenta la mas bella ocasión pues habrá nucha fiesta o mucha jarana con la trasladación de los restos de Napoleon los Parisienes están locos de contento así pues, podrías venirte con Antonio el qual no dudo volverá pronto pues tiene algún negocio a esta que creo le será de mucho probecho. Quando veas al amigo Robiralta salúdalo de mi parte, dile que estoy muy contenta en esta ciudad, y que venga a vernos que no la disgustará que le haré ver todo Paris, que bastante le digo que hay mucho que ver. Yo espero hermano mio que me contestaras a estos quatro renglones pues tendre un placer en ver letra tuya, recibe saludos de Mariquita y tu recibe un abrazo de tu hermana.
Josefa de Janer y de Gónima




Sr. D. Ramon de Bacardí, Barcelona.
Esparraguera 21 Agosto de 1840.
Amigo mio: Con esta fecha contesto al margen que me es imposible asistir a las reuniones de Comité por el cual fui nombrado a la par que tu, con esto te encargo ya que no puedo verificarlo ya mismo que propongas para Diputado al Señor Intendente de Filipinas. Antes de salir de esa ya tenia estas pretensiones y a pesar que le cesengaña que a el estado actual nos era fácil conseguirlo a pesar de estos días atrás recibó carta suya la que te acompaño en virtud de la cual
Con las ecsigencias, jamás la negativa absoluta,

acompañabase con los maniqueos y cayó en su mismo error. Resistió mucho tiempo a la gracia, pero finalmente S. Ambrosio le convirtió y bautizó Valerio, Obispo de Hizona y varon santísimo, le ordenó de presbítero, le hizo su candipitor y después le sucedió en el Obispado. En el oficio pastoral trabajó muchos libros y convirtió inumerables. Fundó algunos monasterios de monjas. Lloró lo restante de su vida los pecados de su mocedad, y para humillarse mas compusi el libro de sus convesiones. En el año de 433 voló su alma al cielo