París 6 Julio 1840.
Mi siempre amado hermano: Cuento como una de las mayores satisfacciones que haya experimentado en mi vida el recibo de tu cariñosa carta de 22 pasado, que guardaré como una reliquia, pues es el dulce recuerdo del amor del amigo de infancia, el desaogo del corazón mas noble y mas leal que yo haya conocido, y sobre todo, la grata correspondencia del indestructible afecto que yo siempre le he profesado. Si amado mio, en medio de las vicisitudes de la suerte, apartada por ellas de tu dulce trato, mi corazón no ha cesado, un punto de ocuparse de ti y nunca pasa un dia sin que su intrépido elogio esté en mi boca y tu recuerdo en mi imajinacion. Solo deseo dos cosas esenciales a mi felicidad: una que siempre dispongas de mi como de la persona que mas te quiere en el mundo, y otra que el cielo me deje otra vez estrecharte en mis brazos antes de morir.
Se de tu buena salud, se del distinguido lugar que ocupas debido a tus excelentes qualidades, se también que toda tu apreciada familia esta con buena salud y forma tu delicia. Y pido al cielo que se conserve estas dichas para que olvides con ellas la memoria de los pasados tor--. Abraza por mi a todos, todos tus hijos, diles que hablo mucho de ellos, que les quiero mucho por que de que son buenos, y sobre todo por que pertenecen a un hombre que por tantos motivos quiero con toda mi alma. Hazme la fianza de decir de la buena Paulina que espero con ansiedad saber su feliz alumbramiento y en tanto dale un abrazo ya que no puede harelo su hermana que de corazón te ama.
Maria Gassó y de Janer.
Pepa te saluda y dice que otro correo tendrá el gusto de escribirte.