París 14 Abril 1842
Mi querido hermano: El Cielo pague a tu tierno corezón el tierno esertero de que usas conmigo, no te pinto el estado de mi alma por que es imposible. Adjunta te remito unsa carta para mi hijo en la que le digo lo que el tema no me deja creher por nuestro cariño de infancia te pido que no me dejes ningun correo sin noticias no quiero abusar de tu bondad, pero has que le escriva Rosa, Ignacita, ahunque no sea mas que un renglon. Si pudiese venir aquí, hay médicos muy eminentes, la homeopatia ha salvado al hijo de una Señora muy amiga mia que estaba agonizando ¡pobre de mi! Yo digo lo que deseo, y si no digo en perdonado a mi amor, lo que dicen los faculttivos es que la separación de la muger por mucho tiempo es indispensable que todos los que mueren es porque no saben abstenerse. Hermano mio, esto ya ves que solo te lo puedo decir a ti, pero en fin, lo digo por si aun lo puedes tomar en consideración. No se si Joaquina vendrá supuesto que, por su carta del 8 me la mejora, todavia confio que la veré.
Otra vez te doy un millon de gracias por tu cariñosa bondad, no te canses de ella mi buen Erasmet, y piensa que en cincuenta años nadie te ha querido, ni te quiere mas ahun que tu pobre hermana.
María.
Pepita está buena, y no te responde por un duplicar escritos, pero me encarga mil cosas para ti, un abrajo a todos tus hijos.